YPF prevé que la nafta costará por encima de un dólar por litro y asegura que hasta ahora no tuvo caída en el consumo

La empresa estatal YPF, líder del mercado petrolero local, prevé nuevos aumentos en combustibles en el corto plazo. Si bien no hay un sendero definido, la intención es alcanzar el precio de paridad de exportación en la nafta, de entre USD 1 y USD 1,20 por litro para la súper, en línea con las señales que dio el Gobierno nacional para el mercado. Eso implicaría llevar los valores en surtidores, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, desde los actuales $744 a poco más de $830 según la última cotización del dólar oficial mayorista. Aunque incremento de la brecha cambiaria distorsiona un poco esa referencia.

En YPF no registraron una merma generalizada en la venta de combustibles, a diferencia de la caída del 10% promedio de sus competidoras. En ese sentido, indicaron, las ventas de nafta crecieron 2% mientras que las de gasoil descendieron 1% durante el mes pasado. No obstante, en la empresa aseguraron que sí esperan una caída en el consumo a lo largo de 2024.

Fuentes de la compañía comentaron a Infobae que desde que asumió la nueva gestión al mando de Horacio Marín, designado por el Presidente Javier Milei, las subas de combustibles fueron mayores a las previstas originalmente. “La intención es llegar al precio de paridad de exportación, no estamos tan lejos. Sería de entre USD 1 y USD 1, 20 por litro para la nafta súper. No está definido el sendero aún”, añadieron las fuentes.

Por otro lado, resaltaron que el último incremento del 6,5% del 1°de febrero pasado solo contempló la suba del impuesto a los combustibles y la de biocombustibles que se utilizan para corte, aunque no se tomó en cuenta el crawling peg, es decir, el paulatino aumento del dólar oficial. “Por el tipo de cambio los valores quedaron retrasados un 2 por ciento”, agregaron. En concreto, desde la empresa sostienen que los incrementos en surtidores también dependerán de la realidad económica de los argentinos.

Ese diagnóstico fue compartido a otras empresas, según pudo reconstruir Infobae en consultas al sector, ya que en diciembre se esperaba que en marzo puede alcanzarse la paridad de exportación a partir de un sendero escalonado. En esa ecuación no solo jugará el ritmo de deslizamiento del dólar oficial sino que además las estructuras de costos pueden verse afectadas por las paritarias.

La última suba llevó el precio de la nafta súper desde los $699 en los que había finalizado enero, hasta los $744 en los que actualmente se comercializa en la Ciudad de Buenos Aires. Antes de la llegada de Milei a la Casa Rosada, en noviembre, el Gobierno anterior tenía pisados los precios y ese combustible se vendía a $311 por litro tal como consignó el sitio web Surtidores. Desde entonces marcó una suba del 139% punta a punta si se tiene en cuenta esos montos.

No es un secreto que la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo dio vía libre a las empresas para acomodar sus precios más en línea con sus necesidades financieras ya que el congelamiento previo atentaba, entendían, contra el normal funcionamiento del mercado. La referencia es el precio de exportación de crudo y la importación de combustibles, conocidos como “import y export pairty”.

En la petrolera estatal reconocieron que, traducido al surtidor, esa referencia implicaría que los usuarios paguen el litro de nafta súper entre USD 1 y USD 1,20 a los $830 que cotiza el tipo de cambio oficial. Sin embargo, destacaron que la convalidación de un dólar más alto para los exportadores, vigente desde el 13 de diciembre pasado, debido a que se liquida un 80% en el Mercado Único y Libre de Cambios y el otro 20% puede hacerse al Contado con liquidación distorsiona ese cálculo.

“Eso hace más difícil llegar, pero tampoco es justo tomar en cuenta ese esquema para la paridad de exportación porque es un 20% más”, consideraron desde YPF. De todos modos, el calendario de actualizaciones mensuales del impuesto a los combustibles por el retraso de 2023 previstas en marzo, abril y mayo sumarán presión.

Por otro lado, consideraron que la merma en el consumo será una mala noticia para los bolsillos pero “una buena” para la situación macroeconómica por menores necesidades de importación de combustible. “Cayó en línea con lo que bajó la demanda. Es una mezcla entre una buena noticia y una mala”, concluyeron.

Fuente: Infobae