Más de la mitad de los empleadores en Argentina no son empresas: cómo afecta eso al mercado laboral

A noviembre de 2024, el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) tenía registrados 527.345 empleadores y 8,21 millones de trabajadores en relación de dependencia. En el primer caso, se redujo en 10.902, y en el segundo, disminuyó en casi 200.000 personas.

La primera lectura de estas variaciones es que, en el primer año de gobierno de Javier Milei, debido a la drástica baja del gasto público y la virtual parálisis de las obras a cargo de la Administración Central, se “destruyeron” o “cerraron” el 2% del total de empresas.

Sin embargo, la serie de Empleadores de ARCA, que se nutre de las declaraciones juradas presentadas mensualmente al Sistema de Seguridad Social (Anses), incluye tanto a emprendedores como a administradores de consorcios de edificios, que registran a encargados y propietarios que anotan al personal dedicado al trabajo doméstico, inmobiliarias unipersonales y pequeños talleres de reparación de automotores, entre otros.

Se estima que esta última franja comprende casi totalmente a los empleadores con hasta dos personas en relación de dependencia. En noviembre, representó 52,9% del total y explicó poco más del 84% de las bajas registradas en un año (9.208 casos), con una caída de 3,2 por ciento.

El resto de los empleadores, con más de dos personas a cargo registradas, quienes pueden considerarse emprendedores propiamente dichos, también mostró una disminución en 2024, pero en una proporción sensiblemente menor (1.694 casos), equivalente al 0,7% del total.

Además, se trata de una base de datos que refleja más el estado de las finanzas de los empleadores y el cumplimiento en tiempo y forma de las normas legales, que el “nacimiento” y “muerte” de empresas por la coyuntura y la política económica de corto plazo.

El desagregado de los generadores de empleo por tramos de la cantidad de la nómina en relación de dependencia declarada al SIPA muestra que, en términos absolutos, las bajas más marcadas se concentraron en el segmento de 3 a 10 empleados, mientras que, en términos relativos, sobresalieron las empresas con más de 2.500 asalariados, con caídas de entre 5,3% y 6,8 por ciento.

Es decir, “el ajuste” afectó más a las grandes empresas que a las pequeñas y medianas.

Distribución por actividad
Por rama de actividad, también se observa una marcada brecha en la variación de la cantidad de empleadores en el primer año de gobierno de Milei: el 21% de la caída total correspondió a productores de bienes y el 79% a productores de servicios, aunque en términos relativos la brecha fue más acotada: 1,7% en el primer caso y 2,1% en el segundo.

Entre los seis grandes grupos de productores de bienes, la baja de empleadores se registró en agro 1,1%, industria manufacturera 0,8%, electricidad, gas y aire 0,5% y, el más afectado por el ajuste de la obra pública, construcción, cayó 5,5 por ciento.

Por el contrario, se registraron nuevos emprendedores en minas y canteras (aumentó 2,9%, con 39 nuevos empleadores) y en agua, cloacas y tratamiento de residuos (0,3%, con 3 nuevos casos).

En el caso de los servicios, sobre 14 grandes sectores que desagrega ARCA, en los primeros 12 meses del nuevo gobierno, se registraron caídas en 11 rubros. Las excepciones con incrementos fueron tareas administrativas y servicios de apoyo y otras actividades.

Si bien la serie no permite detectar específicamente a los administradores de consorcios, estudios del Ministerio de Trabajo durante el gobierno de Cambiemos estiman que estos se inscriben en diversos rubros, como servicios de apoyo, comercio, inmobiliaria, profesiones técnicas y asociaciones. Esto es relevante porque su distribución en distintos sectores dificulta medir con precisión el impacto de las políticas económicas en este grupo de empleadores.

En términos porcentuales, las caídas más marcadas y su representatividad sobre el total se dieron en el rubro “artísticos, culturales y deportivos” 5,4% y 3,8%, respectivamente, profesionales, científicos y técnicos 4,9% y 13,7%, y en transporte y almacenamiento 4,8% y 15,9%, en cada caso.