Subas de precios: analizan aumentos menores y que no se apliquen de golpe en góndolas
La reciente devaluación del 12% aplicada por el Gobierno provocó una inmediata reacción en las empresas alimenticias y de consumo masivo, que anunciaron aumentos de precios de entre 9% y 12%. Sin embargo, la negativa de los supermercados a convalidar estos ajustes forzó una pausa. Ahora, tras varios días de tensión, las compañías retomarán las negociaciones con las principales cadenas de retail para intentar alcanzar acuerdos más moderados.
El rechazo de los supermercados se produce en un contexto económico delicado, donde el consumo sigue retraído y la presión inflacionaria sigue latente. El dólar oficial cerró el pasado miércoles a $1.135, con un retroceso diario de 5,4%, lo que representa una caída de $65. En este nuevo escenario, “los proveedores van a monitorear su evolución para entender el impacto en su estructura operativa” y ya se analiza que los aumentos sean menores y escalonados, evitando así una nueva estampida de precios en las góndolas.
Este recálculo responde también a la presión del Gobierno, que utilizó las redes sociales como canal para frenar las subas. El ministro de Economía, Luis Caputo, publicó en X un mensaje en el que expuso a empresas como Molinos Río de la Plata y Unilever, mientras que el presidente Javier Milei retuiteó publicaciones en las que se instaba a “no comprarles a quienes aumentan” y a que “se metan los productos en el o…”.
Consumo en caída y dudas sobre la rentabilidad
Con el equipo económico próximo a viajar a Washington para participar de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional, el objetivo interno es que los aumentos no lleguen a concretarse para evitar su impacto en los próximos índices de inflación. Si bien se logró frenar algunas listas, en sectores como la electrónica, ferretería y construcción ya se observaron ajustes en los precios.
Empresas de consumo masivo y alimentos argumentan que necesitan recomponer márgenes debido a la suba de costos, especialmente los vinculados a los servicios públicos. Sin embargo, los balances del primer trimestre reflejan una caída en las ventas, lo que genera incertidumbre sobre si el mercado tiene capacidad para absorber nuevos incrementos. “Las conversaciones se centrarán en llegar a un punto medio”, afirman fuentes del sector.
El último informe del INDEC marcó que en marzo los alimentos subieron 5,9%, mientras que la inflación general fue del 3,7%. Según la consultora LCG, en la tercera semana de abril los alimentos aumentaron 0,8%. A la par, el consumo cayó 5,4% en marzo, acumulando quince meses consecutivos de retracción.
Mayoristas y supermercados ponen freno a las nuevas listas
Desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), aseguran que el mercado “no está en condiciones de absorber los incrementos anunciados” y remarcaron que no aceptarán precios “desmedidos y/o especulativos”. En línea con esta postura, la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA) sostuvo que “el consumidor ya no acepta toda suba”, por lo que cada vez más clientes comparan precios y compran solo con promociones.
La Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma), que agrupa a firmas como Diarco, Makro, Maxiconsumo, Nini, Vital y Yaguar, también se mostró firme: “Si no va a ser competitivo, se decidirá no comprar y sustituir dicho producto”. Además, la entidad enfatizó que “las empresas deben esperar a que se estabilicen las variables económicas para definir su posicionamiento de precios. Confiamos en que tendrán cautela”.
Aunque desde Casma aclararon que “no hay una acción conjunta de la cámara para la negociación” y que “cada empresa se maneja de forma independiente de acuerdo a su estrategia comercial”, el consenso entre sus miembros es claro: “es necesario esperar a implementar cualquier aumento hasta tener una mejor comprensión del contexto”, ya que podría afectar negativamente al consumo.
El dólar baja, pero los precios siguen en discusión
“La liberación del cepo representa la apertura positiva del mercado”, señalaron desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam), haciendo referencia a la baja de los dólares financieros como el MEP y el Contado con Liquidación. “Ya de por sí las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui, que registraron una baja, lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar”.
Desde la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), la Red Súper Argentinos y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), destacaron que “los mercados han respondido positivamente, especialmente en lo que hace a la cotización del dólar”. En ese marco, reclaman que las empresas mantengan la cautela hasta que haya mayor estabilidad macroeconómica.
Por fuera del sector supermercadista, la situación es más dispar. La semana pasada se registraron aumentos de entre 5% y 10% en rubros como electrónica y ferretería. Según la consultora PxQ, se destacaron subas en computadoras, impresoras, monitores (6,3%), accesorios para computadoras (5,7%) y televisores (3%). También subió un 6,2% la categoría “comida fuera del hogar”.
En ferreterías, la situación es aún más incierta: “algunos proveedores están vendiendo con remitos abiertos”, afirmaron desde la Cámara Argentina de Ferreterías. “Pedidos hechos con anterioridad anunciaron que, si se abonan de contado, mantienen los importes anteriores al fin del cepo. Caso contrario, se les aplicará el incremento”.