¡Tu huerta en primavera: la guía definitiva para una cosecha exitosa!
La primavera ha llegado, y con ella, el momento perfecto para conectar con la tierra y hacer que tu huerta familiar florezca. Con días más largos y el clima ideal, esta estación es la oportunidad de oro para sembrar los cultivos que te darán frutos durante todo el verano y el otoño.
¿Por qué la primavera es la estación perfecta?
El clima primaveral es el mejor aliado de tu huerta. La combinación de más horas de sol, lluvias regulares y la ausencia de heladas crea el ambiente ideal para que las plantas crezcan fuertes y sanas. Este clima favorece la fotosíntesis y el enraizamiento, asegurando que tus cultivos tengan el mejor comienzo posible.
¿Qué sembrar ahora?
Te presentamos una lista de los cultivos que mejor se adaptan a esta temporada.
- Hortalizas de fruto: las estrellas del verano
Estas plantas necesitan mucho sol para crecer. Es recomendable plantarlas primero en macetas pequeñas o almácigos y luego trasplantarlas al jardín. - Tomate: El clásico que no puede faltar.
- Pimiento (morrón): Un imprescindible que necesita calor.
- Zapallo y calabaza: Crecen rápidamente y se adaptan muy bien al sol intenso.
- Poroto: Una leguminosa fácil de cultivar.
- Hortalizas de hoja y raíz: cosecha continua
Ideales para tener siempre verduras frescas a mano. - Lechuga y rúcula: De crecimiento rápido, perfectas para cosechar de forma escalonada.
- Acelga y espinaca: Resistentes y muy versátiles.
- Zanahoria y rabanito: Perfectas para sembrar directamente en la tierra.
- Remolacha: Una opción fácil y nutritiva.
- Hierbas aromáticas: el toque de sabor
Estas hierbas le darán un toque especial a tus comidas. - Albahaca: Ideal para comenzar en septiembre u octubre.
- Perejil: Se adapta muy bien a la primavera y florece con fuerza.
Consejos para el éxito de tu huerta
Planificá tu espacio: Rotá los cultivos para evitar que el suelo se agote y para prevenir enfermedades.
Aprovechá la luz: Ubicá tu huerta en un lugar donde reciba al menos 6 a 8 horas de sol al día.
Prepará el suelo: Enriquecé la tierra con compost o abono. Un suelo saludable es la base de una huerta exitosa.
Regá con estrategia: Prestá atención a la cantidad de agua que necesita cada planta. Por ejemplo, los zapallitos necesitan más agua durante la floración.
Vigilá las plagas: Inspeccioná tus plantas regularmente para detectar plagas como pulgones u hongos a tiempo.