Recesión: la industria cayó en mayo y la esperanza de una recuperación en “V” da paso a un escenario de “L” en el que el rebote se hace esperar
La recuperación de la producción fabril, uno de los sectores más afectados durante la caída de 5,1% del PBI en el primer trimestre, se demora y los números más actualizados recopilados por el sector privado no registran un cambio de tendencia claro. Un informe de Orlando J. Ferreres mostró un desplome interanual industrial de 9,8% y de 1% mensual en mayo que confirma que la economía está lejos de rebotar en forma de “V” corta y, en cambio, se mueve en dirección a una “L” con una recesión más extendida en el tiempo. Ya el Gobierno y el FMI recalcularon la caída del PBI a 3,5% este año.
La industria manufacturera fue uno de los sectores que tuvieron el impacto más pronunciado de la profundización de la recesión de los últimos meses. El promedio del Producto Bruto cayó 5,1% en los primeros tres meses de 2024, y el sector fabril tuvo el segundo derrumbe más elevado (13,7%), después de la construcción, de 19,7 por ciento.
Esos datos oficiales llegan hasta fines de marzo pero los números privados más allá de esa fecha de corte aún no son favorables para uno de los sectores decisivos para la actividad económica y el empleo. Ferreres midió en mayo una caída de casi dos dígitos medido de forma interanual -bajo este criterio ya acumula un año con cifras en rojo- y un retroceso de 1% en comparación con abril. La medición desestacionalizada mes contra mes permite, generalmente, observar si existe un cambio de tendencia mucho mejor que la interanual en momentos como el actual en los que la caída en comparación a un año ya es largamente conocida. Lo que buscan los especialistas en los datos intermensuales es el piso, que parece haber tenido lugar en marzo y, después de ello, la dinámica de un eventual rebote.
“La actividad industrial retrocedió en mayo, aunque no volvió a tocar el piso que había encontrado en marzo. Así, la serie desestacionalizada marcó una baja de 1,0% mensual, quedando 3,1% por debajo del nivel que tenía en diciembre. En la comparación anual, la caída fue de 9,8%, donde las mayores contracciones se produjeron en maquinaria y equipo (-23,8%), Minerales no metálicos (-25,8%), y metales básicos (-33,5%)”, indicó OJF. En los primeros cinco meses del año el balance es negativo: una contracción fabril de 9,2% en comparación con enero-mayo de 2023.
“Para los próximos meses anticipamos que continúe la oscilación de la actividad industrial en torno a los niveles bajos actuales. Esperamos que un eventual cambio de tendencia y comienzo de recuperación se produzca cuando la desaceleración de la inflación dé lugar a una mejora de los ingresos de las familias y a una recomposición de la demanda interna”, mencionó la consultora dirigida por Orlando Ferreres y cuyo director del centro de estudios económicos es Fausto Spotorno, uno de los miembros del consejo de asesores económicos del presidente Javier Milei.
Hace algunos días, la Fundación FIEL también había detectado una caída pronunciada interanual (10,9%, mayor a Ferreres) pero una recuperación de 1% mensual. En el tramo de los primeros cinco meses el desplome industrial fue de 11,2%, de acuerdo al informe de ese centro de estudios. La poca fuerza del re
“Para los próximos meses anticipamos que continúe la oscilación de la actividad industrial en torno a los niveles bajos actuales” (OJF)
“La industria registró en mayo una nueva caída en la comparación interanual, de menor magnitud a la observada en el bimestre previo, deteniendo el retroceso en el acumulado del año. En sectores industriales relevantes ‐del mismo modo que en abril‐, la caída de actividad volvió a ser inferior que en el mes previo”, planteó. “Si bien la industria habría detenido su caída, el freno de plantas y turnos durante la tercera semana de junio y el anticipo de nuevas paradas en julio en actividades puntuales, ralentizarán la recuperación cíclica de la industria”, anticipó FIEL.
Los datos de industria, así, exhiben que la recuperación de la economía será más lenta de lo que preanunciaba el Gobierno. La caída del PBI de 2,6% desestacionalizada (es decir, en comparación con el cuarto trimestre de 2023) fue más baja que lo esperado por las proyecciones previas del mercado: según el REM del Banco Central, en términos de PBI los bancos y consultoras esperaban una caída de 3 por ciento.
“Las políticas iniciales implementadas, como el realineamiento de precios relativos y el significativo ajuste cambiario de diciembre, buscaron corregir los desequilibrios macroeconómicos pero exacerbaron la inercia inflacionaria a comienzos de año. Esto puede explicar en gran medida la contracción económica observada durante el primer trimestre de 2024. Tanto desde el lado de la oferta como de la demanda se registran señales de contracción”, estimó la consultora ACM
“Hacia delante, anticipamos que la recuperación de la economía se podría postergar hacia fines de este año. Si la inflación mantiene la tendencia reciente, esperamos una mejora en los salarios reales en el último trimestre de este año, recuperando parcialmente lo observado en el consumo. Por su parte, los sectores orientados al mercado exterior continuaran morigerando la contracción observada en el mercado doméstico”, plantearon.
Balanz, tras el dato del Indec, detalló: “Por el lado de la demanda, sólo las exportaciones (11,1%) tuvieron un crecimiento trimestral. El consumo privado (-2,6%), consumo público (-0,8%) y la formación bruta de capital fijo (-12,6%) presentaron variaciones negativas en la comparación trimestral. En términos interanuales la formación bruta del capital retrocedió -23,4%, el consumo privado -6,7% y el consumo público -5%, mientras que las exportaciones avanzaron 26,1% en este mismo plazo”, estimaron.
“En términos históricos, la contracción del primer trimestre es significativa comparada con el mismo periodo en los últimos 20 años, siendo únicamente superado en el primer trimestre de 2009 y 2019″, dijo por otra parte ACM. El Gobierno y el Fondo Monetario trabajan, desde la última negociación técnica, con un escenario de base de una caída del PBI este año de 3,5%, unos 0,75 puntos porcentuales más graves que hace un trimestre. El mercado -medido a través del REM- espera un desplome algo mayor, de 3,8 por ciento.
La caída de la actividad, sector por sector
El reporte de OJF muestra que en el desagregado sector por sector de la industria, hay pocas buenas noticias. Como detalla en su informe, de la siguiente manera:
- Alimentos, Bebidas y Tabaco: este sector registró durante el quinto mes un avance de 0,3%, en donde el único rubro impulsando el crecimiento fue el oleaginoso (+10,4%), mientras que tanto la faena bovina (-9,3%), como la elaboración de bebidas (-8,1%) y tabaco (-11,3%) mostraron caídas anuales. En conjunto, el sector acumula para los primeros cinco meses una suba de 0,8 por ciento.
- Maquinaria y Equipo: la producción de maquinaria y equipos anotó para mayo una caída de 23,8%, acumulando para los cinco meses en análisis una merma de 21,8 por ciento. En el detalle de la producción automotriz, ADEFA informó un total de 38.440 unidades nuevas, marcando una baja de 27,9% en la comparación anual.
- Metales básicos: la manufactura de metales básicos fue el sector más contractivo en mayo, observando una caída de 33,6 por ciento. Entre las principales líneas, la baja más importante fue la de acero crudo, con una producción 51,8% menor a la de hace un año. También se destaca la contracción de 40,9% en la elaboración de laminados terminados en caliente, y de 21,2% en los terminados en frío.
- Minerales no metálicos: el sector de insumos para la construcción anotó en mayo una caída de 26,8%, logrando por segundo mes mostrar una desaceleración en la tasa anual (-42,9% en marzo y -35,6% en abril). Así, esta actividad anotó para los cinco meses transcurridos una baja de 30,1 por ciento. En detalle, la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland reportó para el quinto mes una caída de 27,1% en la producción de este insumo.