7 consecuencias negativas del uso de tecnología

El uso excesivo de pantallas, sin ningún control, tiene repercusiones especialmente en los más pequeños.

1. Se ha perdido la jerarquía informativa

La cultura digital ha liquidado la función prescriptora del profesional de la información, como explica el filósofo Byun-Chul Han en En el enjambre. Las redes sociales sitúan cualquier mensaje en un plano de equivalencia intelectual, y ya nos cuesta distinguir lo importante de lo anecdótico.

2. No sabemos quién habla

La celebrada democratización del acceso a los canales de comunicación de masas, antes privativos de una minoría profesional, ha traído como efecto inesperado el anonimato del emisor, anonimato sobre el que —dicho sea de paso— no existe la menor intención reguladora. Sin embargo, en la medida en que desconozcamos quién nos habla, seremos incapaces de intuir su intención comunicativa y de calibrar la calidad del mensaje.

3. Más información, pero menos informativa

Asistimos a un proceso exponencial de acumulación de información que, a partir de cierto punto, se vuelve desinformación. El colapso de nuestra capacidad de asimilación provoca que, a partir de cierto punto, nuestro conocimiento no aumente de modo significativo. Aquí se hace valer el lema minimalista de “menos es más”.

4. La tiranía de la brevedad

El código comunicativo de Internet es la inmediatez, entre otras razones, porque la atención en las pantallas es extremadamente frágil. Esta circunstancia provoca que los hechos no puedan ser tratados con la profundidad y el contexto necesarios. Asistimos a una “twitterficación” o fragmentación del mundo en enunciados de 280 caracteres.

5. Exceso de emotividad

La monetización de los contenidos difundidos por Internet ha desencadenado una guerra sin cuartel por la atención del usuario. Esta batalla se libra a diario con contenidos emocionales, lo que está provocando un daño colateral: que las noticias relevantes tengan menos audiencia que las frívolas.

6. Noticias falsas y desinformación

La propagación de noticias falsas intencionadas, de informaciones incompletas, descontextualizadas y de medias verdades merman la confianza de los ciudadanos hacia toda la información que circula por la esfera pública.

Como se ha dicho muchas veces, el riesgo no es que las personas crean eventualmente una noticia falsa, sino que dejen de creer en las noticias auténticas. En este sentido, se corre el riesgo de que un exceso de escepticismo entre los jóvenes devenga en una pérdida generalizada de la confianza en las instituciones.

7. Cajas de resonancia mediática

La dieta informativa del usuario digital se elabora con los contenidos seleccionados por algoritmos opacos, propiedad de compañías tecnológicas con intereses particulares. La sobreexposición de los jóvenes a unas redes sociales basadas en garantizar la homogeneidad de los contenidos mermará su capacidad crítica, al reducir la exposición a pensamientos diferentes.

Fuente: Theconversation.com